Tras más de cuatro años de investigación, el consorcio internacional del proyecto PHBOTTLE ha logrado el primer prototipo de envase a nivel mundial hecho con un material bioplástico, PHB (polihidroxibutirato), obtenido a partir de los restos orgánicos, principalmente azúcares, presentes en las aguas residuales de la industria de zumos.
En concreto, se trata de una botella elaborada con polihidroxibutirato (PHB), un polímero producido mediante bioproducción (fermentación microbiana) en la que determinadas bacterias transforman los azúcares de las aguas residuales y sintetizan en su interior este tipo de bioplástico.
Durante los procesos fermentativos realizados con las aguas residuales de la industria de zumo se ha conseguido transformar hasta el 30% de los azúcares contenidos en estos residuos en PHB. En el mercado ya existen bioplásticos de PHB, pero es la primera vez que se obtiene a partir del azúcar de aguas residuales de la industria de zumos de frutas.
Los resultados del proyecto de I+D PHBOTTLE, financiado por la Unión Europea, se han presentado en Bruselas a nivel internacional, en una jornada organizada por AINIA Centro Tecnológico y la Asociación Europea de Zumos de Frutas (AIJN).
Lograr este innovador envase ha sido posible por la aplicación de los últimos avances en biotecnología, tecnologías del envase, microencapsulación y compounding gracias a los que, además, se ha podido demostrar el valor de los residuos orgánicos de la propia industria de zumos como materia prima para producir envases para sus productos.
El material bioplástico logrado contiene propiedades mejoradas, como antioxidantes, que permiten alargar la vida útil del zumo. En concreto, mediante la tecnología de microencapsulación, se han obtenido cápsulas con principios antioxidantes como es el limoneno, un compuesto activo presente en la corteza de la naranja que utiliza la misma industria generadora de las aguas residuales.
Estas cápsulas se han incorporado al compuesto de PHB con el que se ha fabricado la botella final, para conseguir un envase activo en el que el agente antioxidante se va liberando poco a poco y retarda los procesos de oxidación del zumo envasado.
Asimismo, para mejorar la resistencia y otras características mecánicas del material, se han utilizado otros residuos procedentes de la industria alimentaria. Concretamente la paja de arroz para la obtención de microfibras de celulosa con las que mejorar la rigidez del envase.
Biodegradabilidad y compostaje
Los distintos ensayos realizados en este proyecto de I+D en cuanto a biodegradabilidad y compostabilidad han demostrado que, en las condiciones analizadas, el 60% de la botella PHB obtenida se degrada en un período de 9 semanas, frente a los cerca de 100 años de media que requiere un envase realizado con plásticos convencionales derivados del petróleo.
Asimismo, esta botella de PHB se puede descomponer en plantas de compostaje, produciendo compost y CO2.