Reciclajes Cono Sur es una empresa socia de CENEM que se dedica al manejo de residuos valorizables y cuenta con más de 16 años de historia. Luego de un incansable trabajo de innovación y desarrollo, han logrado desarrollar un proceso único para reciclar los envases de yogurt.

“Nuestro propósito es convertirnos en una solución real para nuestros aliados, manejando sus residuos valorizables, promoviendo la economía circular y logrando de esta forma una gestión sostenible y sustentable con el medio ambiente”, nos cuenta su Gerente General, Gonzalo Pérez Lillo, con quien conversamos en esta edición de El Journal del Packaging. 

Actualmente dentro de sus clientes se cuentan las principales empresas lácteas a través de sus gestores medioambientales, quienes entregan a Reciclajes Cono Sur los residuos para su posterior  valorización y trazabilidad.

“En Reciclajes Cono Sur estamos en el camino de recuperar los residuos posconsumo, que contribuyan con la ley de responsabilidad extendida del productor y la economía circular”, nos cuenta Gonzalo.

¿Cómo nace Reciclajes Cono Sur? 

“La empresa nace por una inquietud respecto al ámbito del reciclaje en el año 2006, cuando tuvimos la oportunidad de licitar los residuos valorizables de una empresa láctea en la zona central. Esto nos permitió valorizar mensualmente 120 toneladas de residuos, entre los que se encontraban: cartón, film stretch, polietileno, tambores plásticos y metálicos, chatarra y equipos, pero hubo un plástico que nos llamo la atención y era el proveniente de los envases de yogurt, que es poliestireno de alto impacto (PAI), pero el inconveniente era que estaba con papel y una tapa aluminizada, lo que representó un desafío para su valorización”.

¿Surge entonces la idea de enfocarse en el reciclaje de envases de yogur?

“Claro, la decisión fue por necesidad, debido al envase multimaterial del yogurt la alternativa que tuvimos entonces fue exportarlo a China por medio de un tercero, pero nos generaba un conflicto interno: ¿por qué no desarrollar un equipo para recuperar localmente el plástico y valorizarlo?. Para lograrlo tuvimos que estudiar y capacitarnos en el tema de las plantas de reciclaje que existían en ese momento y en la búsqueda de esta solución nos dimos cuenta que había un nicho interesante, debido que no habían plantas para la separación de este tipo de envases, solo encontramos de PET, PP Y PE, pero no para este tipo de materiales.

Adquirimos una planta de lavado que lograba en parte separar los materiales, entregando un producto de baja calidad, por lo que invertimos todos los recursos necesarios para mejorar el proceso, en la búsqueda de un producto que pudiese utilizarse en cualquier tipo de inyectora o laminadora, sin contaminación de otros materiales, solo PS. Es así como hoy en día tenemos la única planta de lavado mecánica en Chile y por lo que hemos podido indagar, es quizás la única que funciona en forma regular, es decir, no son ensayos sino que reciclamos hace más de 10 años el envase de yogurt, siendo capaces de recuperar con un 99% de pureza, separando sus materiales y reincorporando el poliestireno a la cadena de valor”.

¿En qué consiste el servicio que ofrecen actualmente?

“Nos especializamos en el reciclaje mecánico del envase de yogurt, tal y como está en el mercado, es decir con el decor de papel que envuelve el envase y la tapa aluminizada, recibiendo de casi todas las lácteas el residuo post industrial, que consiste en los sets up de los equipos envasadores, donde se generan los envases termoformados con etiqueta y tapa, pero sin producto, y los despuntes en el troquelado de los envases, estos residuos los valorizamos en la planta, para luego comercializar el plástico PS reciclado”.

¿Cuál consideras que es el principal desafío de la industria de envases en torno a la Ley REP?

“Uno de los desafíos que he logrado advertir es el del diseño del envase. Actualmente se habla de ecodiseño, pero es importante poder tener en una mesa a quienes diseñan los envases y a quienes pueden lograr reciclarlos, ya que es fundamental la comunicación entre los distintos actores de la cadena.

Nuestra planta está diseñada para reciclar el envase de yogurt como actualmente se encuentra, con papel y tapa aluminizada. Se han realizado derivaciones de envases de yogurt a monomaterial, que si bien se ajusta a la normativa, estos incorporan tintas y distintos aditivos que complejizan su reciclaje por un tema técnico, por lo que se tendría que volver a desarrollar otro sistema adicional”.  

¿Por qué decidieron asociarse a CENEM y qué opinas del trabajo que realiza la corporación por el desarrollo de la industria?

“Encontramos vital asociarse a CENEM debido a que necesitamos un apoyo constante y distintos puntos de vista para crecimiento de nuestra empresa. Además, hemos encontrado un punto de encuentro para otros temas de la contingencia e interés relacionados con nuestros próximos desafíos, logrando generar redes con otros asociados y buenas relaciones interempresas y personales”