AGOSTO 2022
Lanzan campaña que promueve modelo circular de los plásticos flexibles

El Pacto Chileno de los Plásticos dio el puntapié inicial a la campaña “Duro con el Flexible” que busca evaluar la factibilidad de separar, clasificar, colectar a nivel comunal y luego reciclar este material, y así, acercarse a su manejo más sustentable. Los envases flexibles de uso domiciliario son una de las categorías de plástico de mayor crecimiento en Chile y los más problemáticos a nivel mundial.

La iniciativa busca transitar hacia una economía circular de los plásticos, en la que el material reciclado pueda ser usado como materia prima en la fabricación de nuevos productos

Anualmente, en el mundo, se producen cerca de 50 millones de toneladas de envases flexibles, lo que representa cerca de un 40% de todos los envases de plástico por peso. Estos son principalmente de un solo uso, es decir desechables, y muy pocos de éstos se reciclan. En Chile el panorama es similar: los plásticos flexibles domiciliarios, aunque corresponden a más de la mitad de los empaques, con excepción de algunas experiencias piloto, no se reciclan.

En este contexto crítico para el medioambiente, el Pacto Chileno de los Plásticos lanzó en Vivo los Trapenses de Lo Barnechea la campaña “Duro con el Flexible”, un proyecto cuyo objetivo es evaluar la factibilidad de separar y clasificar envases plásticos flexibles domiciliarios colectados a nivel comunal para luego reciclarlos, y así, no solo evitar que los plásticos terminen en rellenos sanitarios o en los ecosistemas, sino que además permitir un importante ahorro de materia prima y energía, al utilizar materiales reciclados en la fabricación de nuevos productos.

“El problema de la contaminación por plástico es complejo, y la única forma de enfrentarlo es mediante un trabajo colaborativo, de forma conjunta y articulada. Es así como en este piloto, nos ponemos “duros” con los plásticos flexibles junto a las empresas, las municipalidades, y los vecinos, quienes tienen un rol clave en aprender a reconocer estos plásticos tan comunes en nuestras casas, para poder reciclarlos, reaprovechándolos como materia prima para otros productos, y avanzando de esta manera en la transición hacia una economía circular de los plásticos”, señaló Fernanda Valdivieso, directora del Pacto chileno de los Plásticos.

Por su parte, Tomás Saieg, Jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio de Medio Ambiente, valoró esta campaña, especialmente en el contexto de la implementación de la Ley REP: «Ad portas del inicio de la Ley REP de envases y embalajes, es fundamental que se refuercen las cadenas de reciclaje de las distintas materialidades. Este proyecto tiene la virtud de enfocarse en una particularmente difícil e importante: la de los plásticos flexibles, que actualmente son muy poco reciclados, pero que son imprescindibles de abordar y representan una buena parte de los envases regulados. Por ello, esperamos que la campaña «Duro con el Flexible» sea muy exitosa y efectiva en reforzar esta importante cadena de valorización».

El tipo de plástico más utilizado
Los plásticos flexibles corresponden a uno de los materiales más usados por la industria alimenticia para el envasado, representando casi la mitad de los empaques. Son de bajo peso en relación a su superficie, tienen características apropiadas para conservar alimentos, versatilidad para adaptarse a las particularidades del embalaje de distintos tipos de productos, y un alto índice de reciclaje, en la medida que sean diseñados y dispuestos correctamente.

En esta campaña, el llamado es a incorporar dos tipos de plásticos flexibles al contenedor de reciclaje, el PP5 flexible, y el PE4 flexible. El PP5 flexible (polipropileno flexible) se encuentra en envoltorios de tallarines, galletas, hamburguesas, helados, cereales, caramelos, entre otros, y generalmente vienen etiquetados con el número 5. Por su parte, el PE4 flexible (polietileno de baja densidad) se encuentra en envases de pan de molde, papel higiénico, absorbente y servilletas, pañales, arroz, detergente en polvo, verduras congeladas, embalajes de packs de botellas y latas, bolsas de basura, entre otros. En ocasiones vienen etiquetados con el número 4.

La primera etapa de la campaña se realizará durante el mes de agosto, y se estará implementando en la comuna de Lo Barnechea.

El alcalde de Lo Barnechea, Cristóbal Lira, se refirió a la importancia de la iniciativa en línea con la estrategia que está implementando el municipio en materia medioambiental. “Esta campaña busca seguir avanzando en una cultura de reciclaje que en nuestra comuna exhibe ya muy buenos índices. Ahora queremos nuevamente contar con la ayuda y compromiso de nuestros vecinos para convertir estos plásticos flexibles en nuevos productos y avanzar hacia un desarrollo sustentable y un Chile circular sin basura, con menor consumo de energía y contribuir decididamente a una menor huella de carbono”, aseguró.

Posterior a esta campaña, se estará colectando material flexible en Ñuñoa y parte de Colina, comunas que también utilizan un sistema de reciclaje de flujo único, que consiste en separar todo el material reciclable en un solo contenedor, simplificando y facilitando la participación de los vecinos, aspecto clave, considerando que la eficiencia del proceso y sus resultados dependen en gran medida de la calidad del material dispuesto desde las casas.

Una vez separados y clasificados, los plásticos flexibles serán valorizados y reciclados para ser reaprovechados como materia prima para la fabricación de nuevos productos, volviendo así a la cadena de la economía circular. En este proceso, el PP5 flexible será transformado en zuncho, cinta utilizada para embalar todo tipo de cajas y paquetes para diversas industrias, como la agrícola. El PE4, por su parte, será utilizado para la fabricación de bolsas de basura.

Fuente : FCH
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