Aislapol es una empresa que tiene 60 años en Chile, que se ha posicionado como el mayor transformador de poliestireno expandido del país. A partir del año 2015, la compañía pasó a ser parte del Grupo Styropek, el mayor fabricante de EPS del continente Americano, quienes cuentan con una capacidad de producción combinada de 230 mil toneladas por año, más de 400 empleados y oficinas comerciales en 6 diferentes países.
Para conocer el trabajo que realiza esta reconocida empresa que se integró en el último tiempo al grupo de socios de CENEM, conversamos con Hans Schaa, Coordinador de Investigación y Desarrollo y Felipe Valdés, Coordinador de Negocios.
Áreas de negocios
Aislapol atiende distintas áreas de negocios, tales como: construcción, retail, embalajes, agrícola y forestal, acuicultura y apicultura. Hans Schaa asegura que en la actualidad una de las áreas potentes de la empresa son las cajas para la industria salmonera, ”tenemos una planta en Puerto Montt que se dedica casi exclusivamente a esa industria y otra planta en Santiago que se dedica al tema de embalaje industrial y productos para laboratorios, los que requieren de cajas muy específicas para trasladar sus productos dentro del país”.
Innovación y desarrollo
Hans Schaa dice que si bien “el poliestireno expandido se ha conocido tradicionalmente por las planchas para aislación térmica, lo interesante es que también somos capaces de hacer desarrollos innovadores”. Es el caso, por ejemplo, de las colmenas desarrolladas con poliestireno de alta densidad para que las abejas hagan más eficiente su capacidad productiva de miel sin preocuparse de aclimatar la colmena.
“Nuestro trabajo tiene que ver con abrir mercados, para citar un ejemplo, hasta hace un tiempo atrás las botellas de vino se embalaban sólo en cajas de madera para la exportación; sin embargo este no es el material más adecuado térmicamente hablando y tampoco es capaz de proteger de forma óptima el producto de golpes. Fue así como ese mercado empezó a requerir de un embalaje distinto, primero por protección y después nos dimos cuenta que además el tema de la aislación térmica era algo muy importante dadas las distancias y los distintos climas que atraviesa el producto en su recorrido hacia otros mercados, por lo que se hizo necesario un embalaje que lograra que estos factores no alteren las características del vino, es decir, que lo proteja frente a golpes y lo mantenga estable térmicamente”.
Felipe Valdés, agrega: “así como tenemos productos de línea, también tenemos un departamento en el que hacemos desarrollos específicos para las distintas necesidades de los clientes”.
Hacia un futuro sustentable
La sustentabilidad es parte importante del trabajo que realiza Aislapol, buscando participar en distintas instancias que les permitan fortalecer su responsabilidad social y compromiso con el medio ambiente.
“Mediante una alianza estratégica con la empresa Idea-Tec, nos involucramos en un innovador proyecto que logra el reciclaje y transformación de poliestireno expandido (EPS), que es utilizado posteriormente en el desarrollo de pinturas de alto tráfico, lo que ha dado muy buenos resultados”, asegura Felipe Valdés.
Colaboramos con empresas en Santiago que se dedican a la recolección del poliestireno expandido para reciclarlo y enviarlo a otros mercados en donde se reutiliza. Por otra parte, el material es absolutamente reciclable: en nuestra planta lo podemos moler y reincorporar a nuestros procesos productivos. Además, apoyan a distintos municipios para incentivar el reciclaje de este material y concientizar a la población sobre la correcta disposición de los residuos. “Soy de la idea de que no hay un producto contaminante per-se, sino que el producto es tanto o más contaminante en la medida en que como consumidores no hacemos con él lo que se debería hacer”, dice Hans Schaa.
¿Que los motivó a asociarse a CENEM?
Para Felipe Valdés, la idea de asociarse a CENEM representa un paso importante para seguir ampliando los horizontes de la empresa y poder relacionarse con otros miembros de la cadena productiva: “somos el único actor de poliestireno que es parte de CENEM y es atractivo para nosotros porque se abren oportunidades para lograr establecer nuevas alianzas, conocer y entender más el mercado del packaging y de esa misma forma lograr el desarrollo de nuevos productos, además de ser reconocidos como una empresa sustentable”, afirma.
“Nos gusta la idea de poder hacer un trabajo colaborativo. El hecho de que CENEM reúna a grupos diversos y con amplia experiencia; actores que hacen distintas cosas, además del networking, lo que te permite visualizar el mercado de una forma más completa y abrir la perspectiva para captar ideas nuevas”, concluye Hans Schaa.