DICIEMBRE 2018
Chile comienza a delinear su ruta hacia la economía circular

En el marco del Foro Latinoamericano de Economía Circular que se realizó en Estación Mapocho, el Ministerio del Medio Ambiente inició el trabajo para elaborar un roadmap que permita al país dejar atrás la economía lineal. Para ello se elaborará un diagnóstico preliminar de cuál es la situación de Chile y cuáles son los avances en esta materia, para luego definir quienes serán los actores que se sentarán a la mesa que defina esta hoja de ruta. El objetivo final es establecer lineamientos que si bien no serán vinculantes, si establecerán metas y regulaciones que impulsen este cambio. Un modelo similar a lo que ya se hizo con la Agenda de Energía.

Un escenario que no parece simple, principalmente porque -pese al fuerte impulso que ha tomado en los últimos años- hoy no existen muchas experiencias concretas donde mirar. Como dijo claramente ayer Manuel Albaladejo, representante de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) en la región: “en economía circular no podemos copiarle a nadie, porque está ocurriendo hoy, y Chile tiene una oportunidad de liderar.

¿Cómo iniciará Chile el tránsito a la economía circular? “Tanto o más importante que el resultado va a ser el proceso”, asegura Guillermo González, jefe de la Oficina de Economía Circular del Ministerio del Medio Ambiente.

Aunque no hay una fórmula definida, un ejemplo que el gobierno está analizando con detención es el que se realizó a partir del proyecto “Futuro de la Energía en Chile, Factores de Cambio y Tendencias” realizado por Escenarios Energéticos, y que tras un proceso de diálogo con múltiples actores permitió construir una visión compartida que finalmente se materializó en la Agenda de Energía impulsado por Máximo Pacheco que derivó en una revolución del mercado y en el impulso definitivo -e impensado- a las energías renovables no convencionales.

La idea es que la hoja de ruta de la economía circular vaya más allá de una política pública, y que esta visión común construida de manera colaborativa tenga la capacidad de trascender a los gobiernos y fijar lineamientos para los próximos 10 o 20 años.

Esta hoja de ruta se iniciará primero con un diagnóstico -hoy en proceso de licitación- respecto de la situación de la economía circular en Chile.

hay algunos actores que ya están trabajando en esto, como la Sofofa, que está creando un hub orientado a la economía circular, que está levantando información y desafíos en esta materia desde las empresas, y estableciendo vínculos y acuerdos con centros de investigación y universidades de primer nivel mundial como el MIT o Harvard.

“Hoy tenemos una serie de desafíos que exigen que nuestros productos y servicios sean sostenibles. Lo que el hub de alguna forma plantea es abrir este espacio con las empresas y desarrollos que efectivamente están abrazando este camino, y abrirlo a toda una cadena de suministro, de startups, de financiamiento. Sabemos que el tema de fondo es un cambio cultural, y el cambio cultural no lo logras de la noche a la mañana, pero estamos muy abiertos y proactivos a ser parte de la solución y no parte del problema”, dice Matías Concha, consejero y presidente del Comité de Medio Ambiente de la Sofofa.

El diagnóstico se centrará entonces en levantar algunos indicadores y ver dónde está hoy la industria, compararnos cualitativamente con otros países y empezar a identificar oportunidades.

El siguiente proceso, una vez elaborado el diagnóstico, será sentar a los actores a la mesa. Esto debiera ocurrir durante el segundo trimestre del año, y para ello se elaborará previamente un mapa de actores para definir cuáles de ellos son los que tienen mayor conexiones con el resto, de manera que sean buenos representantes de una visión más amplia. El objetivo es que sea esta mesa la que defina finalmente la hoja de ruta hacia la economía circular.

Aunque aún no se define cuáles son los temas que se pondrán en discusión, uno de los que ya se adelanta que estará será el costo de la disposición final de residuos en el país. Se estima que en Chile botar una tonelada de residuos a un relleno sanitario cuesta cerca de $10 mil pesos, entre siete y diez veces menos que en Europa, lo que dificulta la competitividad de cualquier emprendimiento relacionado con el reciclaje, por ejemplo.
También se podrían evaluar incentivos, ya sea punitivos como la Ley REP -el que contamina paga, con obligaciones y metas- o de otro tipo.

¿Cómo se va a trabajar, finalmente, esta hoja de ruta? Hay dos esquemas posibles, y para ello se están revisando otras experiencias de roadmaps a nivel internacional. Una alternativa es trabajar metas y lineamientos por ejes, como podrían ser consumo, producción e información, o bien trabajar los temas de manera sectorial con objetivos propios para cada uno de ellos, como podrían ser la minería, la industria manufacturera, la salmonicultura o la agricultura, por citar algunos ejemplos.

Ello dependerá de cuáles sean los mejores alternativas que establezca el diagnóstico preliminar, y probablemente también sea parte de las primeras discusiones entre los actores que se sienten a pensar en cuál será la ruta de Chile hacia la economía circular.

Fuente : https://www.paiscircular.cl