Diciembre 2020
El Covid-19 podría agravar el problema de gestión de residuos sólidos en el mundo

En la actualidad, la COVID-19 podría estar agravando el problema de contaminación de los océanos debido al aumento del uso y la eliminación inadecuada de los productos de plástico y los residuos, entre ellos las mascarillas, los equipos de protección personal y los envases descartables.

Además de la carga de residuos, ha disminuido el reciclaje, dado que, por el momento, se han suspendido muchos programas debido a cuestiones sanitarias relacionadas con la pandemia. A raíz del nivel históricamente bajo de los precios del petróleo, el costo del plástico virgen disminuyó, por lo que su uso ha aumentado en detrimento de la resina reciclada que, si bien es más inocua para el medio ambiente, es más costosa.

A menudo, los países en desarrollo carecen de sistemas eficaces de gestión de residuos y plantas específicas de recolección y tratamiento de plástico, lo que plantea enormes dificultades para alcanzar el objetivo de reducir la cantidad de este elemento que ingresa a nuestros océanos.

Para detener la afluencia de plásticos a los ríos y los océanos es fundamental mejorar considerablemente la gestión de los residuos plásticos, que están agravando los problemas causados por la pesca excesiva, las aguas residuales no tratadas y la escorrentía agrícola, y la deficiente planificación del desarrollo costero.
Combatir la contaminación por plástico

El Grupo Banco Mundial (GBM) está trabajando para abordar la contaminación por plástico en cada etapa de la cadena de valor de este material.  En la actualidad, el GBM ha asignado USD 1000 millones (1300 millones de dólares de Singapur) a proyectos en curso sobre gestión de residuos sólidos y otras actividades para prevenir la contaminación por plástico, y tiene en cartera otros proyectos por valor de USD 2000 millones.

Estas iniciativas incluyen apoyo a los Gobiernos a través de inversiones en la gestión de los residuos sólidos y otros sectores, como la resiliencia costera y el turismo; la mejora de las condiciones laborales de los recolectores de residuos; la colaboración con empresas para reformular el diseño de los productos y los envases, y servicios de asesoría sobre políticas orientadas a crear incentivos para lograr que los mercados de reciclaje sean más sostenibles e inclusivos.

En Asia oriental, el actual epicentro de la contaminación por plástico, muchos países están promoviendo la lucha contra los detritos marinos.  Por ejemplo, Indonesia prevé reducir los residuos plásticos marinos en un 70 % para 2025, y ha elaborado un nuevo programa de gestión de residuos, por valor de USD 2300 millones.

Esto incluye una contribución de USD 100 millones del Banco Mundial, con inversiones específicas en la gestión de la basura marina. Este proyecto proporcionará apoyo a más de 12 ciudades a medida que mejoren la recolección y el tratamiento de residuos sólidos, con el objetivo de reducir a la mitad la fuga de residuos plásticos de esas ciudades.

El Banco está trabajando con China para promover políticas orientadas a disminuir la contaminación por plástico derivada de los residuos sólidos municipales y las prácticas de los sectores manufacturero y agrícola.

En Vietnam, Tailandia y otros países de Asia y en otras regiones, como América Latina y África, la Corporación Financiera Internacional (IFC) y el Banco Mundial están catalizando la transición a una economía circular. Con ese fin, están evaluando las cadenas de valor del plástico y respaldan inversiones del sector privado en materiales nuevos, envases sostenibles y mercados de reciclaje.

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Por: David Malpass
Presidente del Grupo Banco Mundial
 

Fuente: Banco Mundial
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