La compañía química BASF lleva tiempo trabajando en un disruptivo proyecto basado en la transformación química para recuperar mediante pirólisis residuos plásticos difíciles de reciclar mecánicamente, tales como plásticos mixtos, plásticos contaminados con otros residuos o envases multicapa de alimentos, que suelen terminar en incineradoras o vertederos.
Denominado ChemCycling, este método permite convertir los residuos plásticos en nueva materia prima para la fabricación de nuevos plásticos, reduciendo así el consumo de recursos fósiles finitos. Además, en este proceso casi no se utiliza energía térmica externa porque el gas de pirólisis genera la energía necesaria para el proceso.
“Este es un proyecto muy ambicioso de BASF, de cara a desarrollar tecnologías de reciclado químico”, explicó Daniel Campo, Director Comercial de BASF en España y Portugal, durante un coloquio celebrado en el marco de la feria Expoquimia. “El primer sector que está demandando productos reciclados es el del envasado -añadió Campo-, especialmente por las nuevas restricciones en el uso del plástico y la concienciación del consumidor. Pero existen otros sectores de gran consumo, como el textil, el calzado o el mueble que también están fijándose objetivos en este sentido. Y no olvidemos otro sector de gran relevancia como la automoción. Son muchas las grandes marcas que ya se han fijado objetivos de uso de plástico reciclado en el futuro”.
PROCESOS DE RECICLAJE COMPLEMENTARIOS
“El reciclado químico consiste en descomponer el plástico para obtener productos que pueden utilizarse para producir plásticos de calidad virgen o incluso moléculas plataforma para la producción de otros productos totalmente diferente”, explicó Sandra Meca, responsable de la línea de Residuos y Economía Circular de Eurecat, a propósito de la diferencia entre el reciclaje químico y sistemas de reciclaje de mecánico.
“Este tipo de reciclaje es complementario al reciclado mecánico, que es el reciclado que ya se está realizando actualmente, y que consiste en fundir el plástico, después de ser clasificado y lavado, para transformarlo en nuevos productos. Mientras que el reciclado mecánico requiere de grandes cantidades de residuo limpio y homogéneo, el reciclado químico puede aplicarse a mezclas de diferentes polímeros y por lo tanto a residuos heterogéneos. Así pues, el reciclado químico permite reciclar residuos que actualmente no se pueden reciclar mecánicamente, siendo ambos procesos de reciclaje complementarios y necesarios para alcanzar los objetivos de reciclaje establecidos por la UE”, añadió Meca.
Los plásticos de aceite de pirólisis pueden alcanzar una calidad 100% idéntica a los plásticos de origen fósiles. Son productos certificados que tienen las mismas propiedades que los fabricados a partir de materias primas fósiles. Esto permite fabricar aplicaciones con altas exigencias de calidad, higiene y rendimiento, por ejemplo, envasado de alimentos o piezas de automóviles.
PRIMEROS PRODUCTOS OBTENIDOS
Ya se han empezado a manufacturar productos derivados del proyecto ChemCycling: “Los primeros productos para clientes producidos con el sistema han incluido envases de alimentación, componentes de refrigeradores y cajas aislantes, y fueron manufacturados a escala piloto y probados por los clientes para las aplicaciones correspondientes”, detalló el director comercial de BASF, quien se mostró optimista con respecto a la acogida que productos basados en la economía circular están teniendo, tanto en el ámbito de las empresas como en el de los consumidores finales, quienes “hoy están mucho más informados y toman decisiones de consumo basándose en criterios de sostenibilidad“.
Un ejemplo de aplicación del proyecto de reciclaje químico ChemCycling es el EcoCart e-180, el primer carro de supermercado ecológico, desarrollado por Polycart, totalmente fabricado con plástico postconsumo. Las partes estructurales del carrito están fabricadas con Ultramid, un plástico procedente de este sistema de reciclaje por pirólisis. EcoCart e-180 está fabricado con plástico reciclado posconsumo sin mezclar otros materiales ni ningún tipo de aditivo industrial. Se produce únicamente en el color gris derivado del material reciclado y revalorizado, y no utiliza colorantes.