La decisión del cambio de imagen fue impulsada por Steve Easterbrook, CEO de McDonald’s UK, quien consideró que la marca debía volverse más moderna y atractiva con la intención de que la competencia –Byron, Shake Shack y Five Guys– no le dejara atrás en la carrera del fast food.

Para conseguir su objetivo, entre las acciones de la estrategia se encuentra el rediseño del packaging, en el que han decidido reforzar los valores de la marca dando brillo y esplendor a los tradicionales iconos de McDonald’s, entre ellos los arcos amarillos. Un mensaje que pretende dar a entender que McDonald’s es una marca que está orgullosa de ser quien es.

Según cuenta Matt Biespiel, el director general de desarrollo de marca en el Reino Unido, el proceso de diseño incluyó reunir en Londres a siete diseñadores provenientes de siete agencias de comunicación. Durante una semana el equipo de trabajo ideó y finalizó el diseño. Biespel les dio el briefing con el que tenían crear el packaging. A mitad de semana ya tenían algunas propuestas que fueron mejorando hasta finalizar el plazo. Finalmente, la agencia Boxer fue la encargada de llevar a cabo el diseño final.

La tipografía y el color han sido los elementos fundamentales para la creación de la nueva imagen. Son los que transmiten la confianza y el toque más emocional que se buscaba. Colores brillantes como un «apasionado púrpura», un «naranja optimista» y un «magenta mágico» –además de los colores corporativos– dan vida al nuevo diseño de packaging de McDonald’s: bolsas, cajas, vasos, bandejas, etc.

Más de 36.000 restaurantes esperan recibir el nuevo packaging a lo largo del 2016.

 

 

Fuente: Graffica