En junio de 2013 se dio inicio a la ejecución del proyecto de Reciclaje Inclusivo Comunal (RIC) impulsado por Fundación Casa de la Paz y el Movimiento Nacional de Recicladores de Chile (MNRCH) con la participación de aliados estratégicos del sector privado como Fundación Avina, Cempre Chile, Coca Cola, Gerdau Aza, Pepsico, BASF y Tetra Pak, con el apoyo además del Ministerio del Medio Ambiente.

Desde entonces, el objetivo ha sido anticiparse a la aprobación de la Ley de Reciclaje y Responsabilidad Extendida del Productor, que fue finalmente promulgada el años pasado, desarrollando un modelo que promueva una mayor eficiencia del negocio y avanzar en la trazabilidad de los residuos, identificando las necesidades y oportunidades para que los recicladores cumplan su rol de gestores de residuos, como lo señala la ley.

Tetra Pak, junto a otros actores de la cadena, ha estado trabajando con las municipalidades de Peñalolén, Santiago, Recoleta y Quinta Normal para establecer un modelo único de reciclaje en estas comunas. Para conocer los avances de este proyecto y los desafíos que se vienen, conversamos con Gerardo Jiménez, Gerente de Sustentabilidad de Tetra Pak.

¿Cómo se inició el proyecto de Reciclaje Inclusivo Comunal?

“Hicimos un catastro y constatamos que en Chile hay más de 60 mil recicladores de base que retiran residuos domiciliarios y comerciales, la idea era ver cómo formalizar su trabajo e incluirlos dentro de la gestión municipal, que era uno de los aspectos más importantes, considerando que dentro de la cadena de reciclaje, ellos constituyen un eslabón muy importante”.

¿Quienes son los llamados “recicladores de base”?

Los recicladores de base incluidos en este proyecto, recuperan más de 2 toneladas de residuos al mes desde la calle, lo hacen con un triciclo o carro manual y en su mayoría almacenan el material recolectado en su casa.

¿En qué ha consistido la participación de Tetra Pak en este proyecto?

“Nosotros prestamos apoyo técnico y de financiamiento, además de ayudar en el modelo económico que se siguió. La idea de todo esto es mejorar las condiciones de los recicladores de base, ese es el principal objetivo, mejorar el modelo de negocios para entregarles una mejor rentabilidad”.

El proyecto Reciclaje Inclusivo Comunal (RIC), hoy cuenta con 20 recicladores que han sido capacitados en modelos de negocio y emprendimiento; siete puntos limpios administrados por ellos; 5.000 familias con servicio de reciclaje; un acuerdo comercial de recepción de residuos con 20 instituciones y un barrio comercial, junto a la creación de una cooperativa de trabajo.

Dentro de otros resultados del proyecto RIC, se cuentan la sistematización del proceso de recolección; la creación de rutas de reciclaje; la construcción de infraestructuras de almacenamiento y la sensibilización a empresas y comunidad. A futuro, la idea es poder instalar centros de reciclaje inclusivo y seguir consolidando el fuerte compromiso medioambiental de los distintos actores de la cadena.