Tras su primer año como Vicepresidente ejecutivo de CORFO, Sebastián Sichel, realizó un completo análisis de lo que se viene para este nuevo ciclo. El aterrizaje quizás no fue el que esperaba. Tras un proceso que se alargó más de lo habitual y que estuvo plagado de trascendidos, finalmente, en mayo del año pasado, Sebastián Sichel asumió la vicepresidencia ejecutiva de la Corfo, uno de los cargos públicos más cotizados, debido a la alta visibilidad que entrega. Además de generar ciertos resquemores iniciales por su pasado como militante DC y su cercanía con Andrés Velasco -fue uno de los fundadores de Ciudadanos-, su arribo a la Corfo se produjo justo en momentos en los que estalló la polémica por los contratos de extracción de litio firmados por la estatal con SQM y Albemarle.
Hacer más eficientes los mismos recursos
Más allá del litio, los primeros meses de Sichel en la administración Piñera fueron intensos, porque también llegó con la misión de simplificar y darle más dinamismo a los procesos internos de la Corfo. La tarea, asegura, se ha cumplido en parte, gracias a una reducción de los instrumentos de financiamiento que, en el área de emprendimiento e innovación, pasaron de más de 60 a solo 17. "No creo en las teorías refundacionales de ningún tipo, pero la Corfo necesitaba una aceleración en lo que estaba haciendo, un foco. Por lo tanto, inicialmente sabía que se venía mucha pega por delante, porque lo que había que hacer era construir sobre lo que se estaba avanzando, pero también agilizar una Corfo que se había transformando un poco en una institución burocrática y lejana, finalmente, del emprendedor común y corriente", explica.
¿Cómo se conjuga la estrategia de apoyar más emprendimientos de la Corfo, con la política de austeridad del Gobierno?
“Cuando uno miraba el gasto en la Corfo, tenía alto gasto, una de las instituciones con más presupuesto del Estado. Pero cuando uno iba cortando los eslabones hacia atrás, se iba quedando plata atrapada en el camino. ¿Y qué significa esto? Mucho gasto operacional interno, muchos consultores intermedios, mucho evaluador intermedio.
Mi medición va a ser cuántos proyectos financiamos y la idea es que todas las gerencias subamos un 10% respecto del año anterior, por lo tanto, la pregunta es cómo financiamos más proyectos teniendo la misma plata. Básicamente, eliminando ineficiencias en el sistema".
¿Cuál va a ser el rol que va jugar el nuevo Instituto Tecnológico del Litio que se instalará en Antofagasta?
“Yo creo que es la piedra angular de la industria. Porque estos recursos se pueden quemar otra vez en financiar investigación basal de las universidades o tratar de financiar salidas productivas para las empresas, o puede ser efectivamente lo que coordine y organice, y establezca una hoja de ruta sobre cómo va a avanzar realmente esta industria”.
“Establecimos tres principios básicos en este centro que creemos que pueden ordenar esta oportunidad hacia adelante. Primero, tiene que participar la academia y la industria en conjunto y, además, aportando inversión privada. Segundo, estamos haciendo un esfuerzo, como gobierno, gigantesco apostando a que se instale en Antofagasta. Y tercero, estamos poniendo el incentivo, que eso es primera vez que la Corfo lo hace, en que dentro de las metas del centro sea que se generen 100 startups en los próximos 10 años y que haya fondos de venture capital que partan de este mismo centro”.