ENERO 2020
Estadísticas: Agricultura orgánica en Chile - 2019

La agricultura orgánica está presente en casi todas las regiones y territorios de Chile, abarcando actividades de producción, transformación, elaboración, comercialización y exportación, siendo ejercida por pequeños, medianos y grandes productores. Debido a que la agricultura orgánica requiere sitios libres de contaminación, es una actividad muy susceptible a ciertas labores agrícolas, tales como las aplicaciones de plaguicidas. Por otra parte, esta actividad se asocia a un sistema productivo que se adapta mejor a las condiciones adversas del cambio climático, por ejemplo, la escasez de agua.

La producción orgánica para el consumo interno está siendo cada vez más relevante, destacándose un crecimiento importante en los últimos años debido a   cambios en los hábitos de consumo. 

Los datos oficiales del sector son obtenidos a partir del Sistema Informático de Registro Nacional de Certificación Orgánica que administra el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que, a septiembre de 2018, indican que la superficie total del país certificada como orgánica alcanzó las 67.839 hectáreas (Tabla 1). Esto incluye tanto la superficie cultivada (16.291 ha.) como la de recolección silvestre (51.548 ha.).

A partir de los datos del SAG, es posible analizar de manera general el comportamiento del sector. Es así como se puede observar que, entre 2017 y 2018, la superficie orgánica total certificada bajó un 61%, es decir de 174.667 ha. disminuyó a 67.839 ha., siendo fuertemente afectada por la caída de la superficie de recolección silvestre (-67%).

En el caso específico de las hortalizas, plantas medicinales y aromáticas, cereales, pseudocereales, oleaginosas y semillas, plantines y viveros, la superficie certificada sufrió una disminución a partir del año 2018 debido a que el SAG cambió la manera de entregar las estadísticas de superficie certificada.

La disminución del área de recolección silvestre se debió a la más estricta certificación de la superficie de recolección de maqui (Tabla 2), ya que aumentó el rechazo del producto en ciertos mercados internacionales por los altos contenidos de hierro que este contiene, el cual se exporta liofilizado a países asiáticos (Corea y otros). Sin embargo, cabe señalar que este contenido es una condición natural del maqui, el cual se concentra en el producto final, razón por la cual la industria nacional está en proceso de demostrar que este fruto silvestre no tiene aplicaciones de productos químico-sintéticos y que estos niveles de hierro son por las características del suelo, que es de origen volcánico.

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ODEPA
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