Un mundo sin residuos tiene beneficios incalculables para nuestro medio ambiente y contribuye a la protección sostenida de los recursos naturales del mundo. Pero este concepto, plasmado en los principios de una economía circular, también puede dar rienda suelta a tremendas oportunidades de crecimiento e innovación. Algunos expertos afirman que podrían generar hasta unos 4.5 trillones de dólares en nuevo potencial económico para el 2030.
Sin embargo, lo que prima actualmente es el modelo económico lineal, que consiste en “tomar, hacer, desechar”. Este se basa en disponer de grandes cantidades de energía y otros recursos baratos y de fácil acceso, pero está llegando ya al límite de su capacidad física.
A diferencia del modelo lineal, "la economía circular es restaurativa y regenerativa por diseño, y tiene como objetivo mantener los productos, componentes y materiales en su máxima utilidad y valor en todo momento”, así lo señala la Fundación Ellen MacArthur, que se creó con el fin de acelerar esta transformación. Las empresas han ido tomando conciencia y han descubierto que, a través de este modelo, se puede también conseguir una recompensa económica importante.
Las empresas de alimentos y bebidas no pueden quedarse atrás en la transición a este nuevo modelo económico. Un nuevo informe del Centro de Ciudadanía Corporativa de la Cámara de Comercio de EE. UU., que incluye el caso de estudio de Tetra Pak, muestra cómo las empresas de todos los tamaños y de diversos sectores e industrias están traduciendo la aspiración circular en acción. A través de la adopción de ecoinnovación, Tetra Pak está ayudando a crear una transición sin interrupciones hacia la economía circular.
“Un área de oportunidad clave para que la industria de alimentos y bebidas participe en la economía circular, es desplegar materiales renovables en el empaquetado siempre que sea posible, especialmente cuando soluciones como la nuestra ya están disponibles”, afirma Elisabeth Comere, Directora de Medio Ambiente y Asuntos Públicos de Tetra Pak.
Uno de los avances ecológico más reciente de la compañía es el Tetra Brik® Aseptic 1000 Edge con BioCase LightCap™ 30, un claro ejemplo de innovación en el marco de las prácticas de "restauración y regeneración" de una economía circular. El empaque está fabricado con una película de plástico biológico y una tapa hecha de polímeros derivados de la caña de azúcar. Combinado con el cartón, esto eleva la proporción de materiales de fuentes renovables en el empaque a más del 80%. “Cuando se utilizan materiales renovables en el envasado, las empresas crean un suministro de materias primas más confiable, predecible y resistente. Esto a su vez les permite invertir en el crecimiento a largo plazo, lo que garantiza que sus empresas prosperen”, agrega Comere.
La forma en que las empresas adopten la economía circular será un factor determinante en cómo se avance en soluciones innovadoras y prácticas de empaque sostenible, y cómo el sector de alimentos y bebidas puede ayudar a crear valor compartido a largo plazo para las empresas y la sociedad.
Ver informe completo: Una visión circular para el crecimiento sostenible: cómo las empresas están construyendo una nueva economía del siglo XX