Carbon Disclosure Project (CDP) ha reconocido, sobre todo, la labor que la compañía está realizando para la reducción de emisiones de CO2, el 47% en las emisiones provenientes de la energía utilizada por cada tonelada de producción.
CDP analiza las 16 empresas con mayor consumo de carbono del mundo –todas ellas copan el 38% de las compañías de consumo que cotizan en bolsa– teniendo en cuenta sus emisiones de CO2 y el uso del agua, entre otros elementos que contribuyen a reducir el calentamiento global. El informe otorga a Unilever una puntuación de 2,31 sobre diez, siendo los valores más bajos los que reflejan un menor impacto ecológico por parte de las empresas que los sustentan. La compañía, propietaria de marcas como Knorr, Dove o Frigo, cuenta con el Plan Unilever para una Vida Sostenible que busca reducir a la mitad el impacto medioambiental de la fabricación y el uso de sus productos para el año 2030.
En los últimos diez años, Unilever ha conseguido reducir el 47% en las emisiones de CO2 provenientes de la energía utilizada por cada tonelada de producción. Esto ha sido posible, en parte, gracias a que el 65% de toda la electricidad de la red usada en las operaciones de fabricación de Unilever proviene ya de recursos renovables. Unilever también ha disminuido su huella hídrica un 39%, mientras que el total de residuos por tonelada de producción se ha reducido un 98%. Además, antes de 2025 todos los envases de plástico de Unilever serán 100% reciclables o compostables.
Ana Palencia, directora de Comunicación y Sostenibilidad de Unilever España, asegura que “cada vez que los analistas independientes avalan los objetivos de sostenibilidad de Unilever en sus informes nos sentimos más y más seguros de que avanzamos en la dirección correcta" y que "estamos contentos de dirigir nuestros esfuerzos en la lucha contra el cambio climático que, además, ya está dando sus frutos: las marcas de Unilever vinculadas con un propósito sostenible crecen un 46% más rápido”.
En los últimos meses, Unilever también ha destacado en otros ránkings como el publicado recientemente por Influence Map, una organización que mide la capacidad de influencia de los grupos empresariales en materia de medio ambiente sobre los responsables políticos. En este caso, la compañía liderada por Alan Jope es reconocida como la más influyente dentro del sector de la alimentación a nivel mundial.