En el futuro, cuando pidas un café en McDonald's o Starbucks, podría servirse en la misma taza que usaste unos meses antes.
Esa es la visión detrás de los programas piloto que introducirán dos tipos de tazas reutilizables "inteligentes" en cafeterías independientes en San Francisco y Palo Alto, California. Los modelos, hechos principalmente de plástico y equipados con chips RFID o códigos QR para el seguimiento, son el fruto de un proyecto de "disparo lunar" de dos años conocido como NextGen Cup Challenge, liderado por Starbucks Corp. y McDonald's Corp.
Esas dos cadenas entregan miles de millones de vasos de papel al año, y la mayoría están recubiertas con un revestimiento de plástico que las hace casi imposibles de reciclar. Eliminar ese desperdicio contribuiría en gran medida al cumplimiento de los objetivos ambientales establecidos por cada empresa. El grupo NextGen también tiene la intención de probar algunas tazas nuevas desechables compostables y reciclables en Oakland.
La clave para dejar una huella más ligera en el planeta puede no ser elegir el material perfecto, porque hay inconvenientes en cualquier vaso desechable, ya sea papel, aluminio o plástico. En cambio, la gran idea de NextGen es hacer que las tazas sean duraderas y crear un sistema en el que se reutilicen. Eso significa recolectarlos, limpiarlos, redistribuirlos y rastrearlos digitalmente, un proceso que podría controlar las tasas de reutilización y desgaste. Teóricamente podría identificar áreas donde las personas compran bebidas pero no devuelven tazas, tal vez indicando la necesidad de más sitios de recolección cercanos.
"Esta tecnología para vasos reutilizables con tecnología no existía hace cinco años", dijo Bridget Croke, directora gerente de Closed Loop Partners, una firma de capital privado centrada en el reciclaje que coordinó el desafío.
Los programas piloto que comienzan en cafeterías independientes en California esta semana son una prueba tanto para el público como para las nuevas tazas: ¿elegirán los consumidores dejar caer las tazas en ciertos sitios de recolección en lugar de en los botes de basura?
El modelo a prueba en San Francisco, de la startup Muuse , está impreso con un código QR distinto en cada taza, que los consumidores pueden escanear cuando recogen y dejan las tazas. Muuse se ha utilizado en campus universitarios.
Fuente : Bloomberg.com
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