La imagen habla por sí sola: cada línea representa la media de la temperatura mundial anual desde 1850 hasta 2017. Su autor, Ed Hawkins, profesor de ciencia del clima de la Universidad de Reading (Reino Unido), evidencia así de un solo vistazo el incremento de las últimas décadas como consecuencia del cambio climático.
¿Cómo nos afecta el calentamiento global a los seres humanos y a los animales y qué podemos hacer?
Es verano y es normal que en estas latitudes haga calor. Pero este calor que hace no es normal. Cada mes, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) recuerda una y otra vez que el mes anterior ha sido el más caluroso, o al menos uno de los más calurosos, desde que hay registros. Sus responsables ya han alertado de que 2015, 2016 y 2017 han sido los años más cálidos, y 2018 va camino de entrar en este club de altas – y peligrosas – temperaturas.
La tendencia parece irrefrenable, ya que al menos en los próximos cinco años se prevén temperaturas récord, según el Servicio Meteorológico de Reino Unido (Met Office), cuyos expertos indican que el año pasado la temperatura media en la superficie terrestre superó en 1,1º C la media de la era preindustrial. El Acuerdo de París para luchar contra el calentamiento global establece que no deberíamos sobrepasar la barrera de los 2ºC a fin de siglo.
¿Cuáles son las consecuencias del calentamiento global?
Los seres humanos somos los causantes del cambio climático, pero también somos víctimas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que causa “defunciones y enfermedades debidas a desastres naturales. Además, muchas enfermedades importantes son muy sensibles a los cambios de temperatura y pluviosidad. Entre ellas enfermedades comunes transmitidas por vectores, por ejemplo, el paludismo y el dengue, pero también otras grandes causas de mortalidad como la malnutrición y las diarreas. El cambio climático ya está contribuyendo a la carga mundial de morbilidad y se prevé que su contribución aumentará en el futuro”.