Con el objetivo de que podamos utilizar hasta la última gota de artículos de uso diario como el champú, gel de ducha, cremas, entre otros productos, así como para hacer más sencillas las labores de reciclado de los envases, un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Colorado en Estados Unidos ha desarrollado un material antiadherente muy avanzado. Este compuesto ha demostrado una increíble capacidad para eliminar hasta los líquidos más pegajosos, dejando la superficie completamente seca.
Los revestimientos antiadherentes que tenemos en la actualidad se basan habitualmente en productos químicos de fluorocarbono, debido a sus propiedades resistentes al agua. Se utilizan en el envasado de alimentos o en el aislamiento para la ropa, entre otras aplicaciones. Este tipo de compuestos se etiquetan como "contaminantes emergentes" debido a su potencial para descomponerse en ácido perfluorooctanoico, que es tóxico para los seres humanos y tarda mucho tiempo en eliminarse del medio ambiente y del cuerpo.
Por este motivo, los científicos llevan años buscando alternativas más seguras, como las superficies hidrofóbicas inspiradas en la hoja de loto y la seda de las arañas. En este caso, el equipo decidió tratar de hacer un recubrimiento hidrófobo de cera de abejas, un material que tiene unas propiedades antiadherentes similares a los fluorocarbonos con la ventaja de que no es tóxico incluso ingiriendo grandes cantidades.
Los investigadores crearon el recubrimiento disolviendo la cera y pulverizando el material sobre vasos de poliestireno convencionales. En las pruebas, el equipo utilizó todo tipo de líquidos, como jarabe de chocolate, refresco de cola o caramelo, y en todos los casos fue posible vaciar hasta la última gota de los vasos.
Ahora, los científicos quieren optimizar la durabilidad mecánica del revestimiento, ya que de momento no es capaz de soportar entornos abrasivos.