La cadena del reciclaje y las industrias que operan en esta actividad ven nuevas oportunidades de negocios a partir de la Ley de Gestión Integral de Residuos (N.o 755), que obliga a todas las empresas bolivianas y ciudadanos a separar los residuos según su origen y depositarlos en sitios autorizados. Incluso, unas seis empresas holandesas están interesadas en proveer sus servicios y tecnología para la gestión y aprovechamiento de desechos.
Así se pudo evidenciar en el 7° Encuentro de Negocios en la Cadena del Reciclaje, organizado por la Fundación para el Reciclaje (Fundare Santa Cruz), de Cainco, del que participaron 60 empresas. Moira Gálvez, directora ejecutiva de la entidad, indicó que con la nueva Ley 755 la basura que tiene algún uso posterior o es materia prima para la industria tiene que separarse adecuadamente en papeles, cartones, plásticos, chatarra o vidrios.
Según Fundare, en el país existen cerca de 20 industrias que se dedican al reciclaje. “Cada vez se hacen más productos con valor agregado de material reciclable tanto a nivel artesanal como industrial”, destacó Gálvez.
Por ejemplo, Empacar, además de producir ‘pellet’ a partir del reciclaje de botellas y bolsas de plástico, está innovando con productos como colgadores, zunchos (para amarrar embalajes), canastillos de cerveza, botellas y baldes, indicó Lincoln Melgar, jefe de ventas de material reciclado de esa compañía. “En botellas recolectamos unas 200 toneladas al mes”, calculó.
Gabriela Morón, encargada de ventas de Plaxburg, manifestó que la nueva normativa del sector les permitirá impulsar la producción de sus contenedores de residuos, con capacidades desde 50 hasta 2.600 litros.
Bert Keesman, ejecutivo de MetaSus, que representa a firmas holandesas que proveen equipos medioambientales, destacó que el sector de gestión de residuos está en proceso de aceleración con la nueva Ley 755. “La clausura de los botaderos en los próximos años ha causado una nueva dinámica en el sector, donde hay oportunidades de negocios”, afirmó.