BASF, empresa socia de CENEM y química líder mundial en innovación, presentó su Informe América del Sur 2016. El material trata de temas estratégicos como gobierno corporativo, inversiones, resultados financieros, innovación, sostenibilidad y contribuciones para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Elaborado en conformidad con el International Financial Reporting Standards (IFRS), el contenido completo está disponible en www.basf.cl y su resumen, en el video .
“La innovación y la sostenibilidad son las bases de nuestra estratégia organizacional, y se traducen en productos, procesos y modelos de negocios alineados con las demandas actuales y futuras de la sociedad. Somos conscientes de la importancia de promover un crecimiento rentable y orientado al desarrollo social y ambiental. Para ello, las inversiones en investigación están orientadas a los productos que potencian la sostenibilidad en la cadena de valor”, destaca Ralph Schweens, presidente de BASF para América del Sur.
BASF está comprometida en el seguimiento y en contribuir con las más importantes discusiones acerca de las buenas prácticas de sostenibilidad e innovación.
Uno de los temas presentados por el Informe Anual es la conexión entre las soluciones innovadoras y sostenibles de la empresa y los ODS, como el estudio realizado acerca del Sistema de Integración Cultivo-Ganadería-Bosque (ILPF), que consiste en la intensificación sustentable de la agricultura. Desarrollado por la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) es, de manera práctica, la asociación de la siembra de diferentes cultivos a lo largo del año, con la recuperación de pastos degradados.
El sistema proporciona sombra y bienestar a los animales y aumenta la productividad de los granos, carne y madera, además de mejorar la conservación y la fertilidad del suelo. Basada en la metodología de Evaluación del Ciclo de Vida, la Fundación Espacio ECO® (FEE®), creada por BASF, ha estudiado la Estancia Santa Brígida para evaluar a socio-eficiencia agrícola del sistema ILPF comparado con los sistemas convencionales, para alimentar por siete años un promedio de 500 personas en Brasil. Se encontró una reducción en el coste de producción en un 54%, una reducción del 55% en las emisiones de gas de efecto invernadero, y el aumento del 74% en la calidad del suelo
Otro destacado del Informe Anual es el foco en excelencia, que se refleja en proyectos como el TripleE (Excelencia en Eficiencia Energética), con el objetivo de aumentar la competitividad y reducir los costos de energía y los impactos ambientales. Implementado en el Complejo Químico de Guaratinguetá (San Plabo, Brasil), ha hecho de BASF la primera gran empresa del sector químico brasileño a ser recomendado para la certificación ISO50001.
A continuación, otros resultados presentados en el Informe Anual 2016:
Innovación: Se incentiva y se valora la innovación no sólo en los productos, sino también en los procesos y los modelos de negocios. Los ejemplos están en las iniciativas como el Simulador Suvinil, una aplicación que ofrece 1,5 mil opciones de colores de la marca para simular la pintura en ambientes reales, con base en fotografías, y el AgroStart, un programa pionero para acelerar y desarrollar startups centradas en soluciones para el agronegocio. Además, BASF ha lanzado nuevos productos en 2016, como el SpotTMSC, fungicida para el control del moho blanco en el cultivo de frijoles; Natuphos®E, nueva tecnología en nutrición animal; AtiviumTMEC, fungicida de alta eficiencia en el control del óxido-asiático y de otras importantes enfermedades de la soja, y una nueva línea de repintado automotriz de la marca Glasurit en Argentina.
Inversiones: El año 2016 también marcó la inauguración de la planta de acrilato de 2-etilhexila (2-EHA), en el Complejo Químico de Guaratinguentá (San Pablo, Brasil), una importante materia prima para las industrias de adhesivos y recubrimiento; y la adquisición global de Chemetall, líder de tecnología e innovación en el mercado de tratamiento de superficie metálica, que cuenta con una fábrica en Jundiaí (San Pablo, Brasil).
Participación social: El año 2016 también se ha caracterizado por la implantación de una nueva estrategia de participación social, que se basa en dos pilares: valor compartido (realizar negocios rentables y que, a la vez, contribuyan al desarrollo socioambiental) y la ciudadanía corporativa (participar en el desarrollo de las comunidades en donde BASF actúa). Estos proyectos hacen hincapié en las iniciativas en las áreas de educación científica y ambiental; capacidad de generar empleo; y la protección de los recursos naturales y la biodiversidad y pueden desarrollarse en asociación con la comunidad, el gobierno, las entidades públicas y privadas. En ciudadanía corporativa, se lanzó el convocatoria “Conectar para Transformar”, que tiene el objetivo de seleccionar, anualmente y de forma pública, a nuevos proyectos para ser apoyados por la compañía. En 2016, se seleccionaron a 12 proyectos para patrocinio en Argentina, Brasil y Chile. Entre los proyectos de valor compartido están:
• Futuro Compostable: realizado en Chile, promueve la reducción de la cantidad de residuos domésticos destinados a los vertederos. El proyecto involucra el municipio, los centros de compostaje y otras asociaciones. Con este avance, podrán utilizarse envases hechos de materiales compostables, como el ecovio® y el ecoflex®, soluciones ofrecidas por BASF.
• Espacio Inclusivo: tiene por objetivo capacitar a jóvenes en situación de riesgo social en Chile, Uruguay y Argentina para trabajar en el sector de repintado automotriz. Se realiza en asociación con clientes y centros de formación profesional en los países involucrados y contribuye a ofrecer mano de obra calificada al mercado.
• Allin Kawsay: en alianza con diversas organizaciones de la cadena productiva de la patata de Perú, el objetivo es el aumento de la productividad, a través de la transferencia de conocimiento sobre tecnologías para la protección de los cultivos y del incentivo a la adopción de prácticas agrícolas más sostenibles, impactando positivamente la vida de los pequeños agricultores.
• Origem: el proyecto brasileño busca promover una producción más sostenible de patatas, evitando el desperdicio. La iniciativa propone, por medio de alianzas, canalizar la venta de toda la producción de los agricultores de patata, generando aumento de la productividad y reduciendo el desperdicio en la cadena de la patata, que gira alrededor del 10% y el 15%.