MARZO 2020
UdeC participa en impresión 3D de máscaras faciales

Desde sus casas, pero trabajando en equipo, cerca de una decena de estudiantes de Ingeniería Biomédica y académicos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Concepción imprimen piezas de protectores faciales, un insumo escaso y muy necesario para el personal de salud que combate la epidemia de Covid-19 en los hospitales.

El profesor Pablo Aqueveque, quien además dirige el Centro de Industria 4.0 de la Facultad de Ingeniería UdeC, encabeza este esfuerzo, que es fruto de la colaboración de cinco casas de estudio, Universidad de Concepción, de Talca, la Frontera, los Lagos y Austral.

Desde que la noticia se conoce, Aqueveque señala que han recibido llamadas de lugares tales como Chiloé, Puerto Montt y Osorno. “Ahí hemos empezado a derivar a las redes de apoyo que se están formando. Por temas de logística no es fácil enviar las mascarillas a Chiloé, por lo que lo que hemos estado es coordinando con gente de allá que tenga la capacidad de impresión”.

El trabajo comenzó con pruebas de distintos modelos. La primera entrega de 80 máscaras fue a la Intendencia de la Región de Bío Bío, para que fuera distribuida a los centros de salud de la zona. La tarea se realiza con ocho impresoras, las que están distribuidas en las casas de distintos profesionales, dado que no pueden reunirse en la Universidad.

Además de esta labor, el equipo tiene otros proyectos. En primer lugar, están en conversaciones con proveedores para obtener un molde, que permita fabricar máscaras mediante sistemas de inyección, lo que acelera el proceso. “La Unidad de Desarrollo Tecnológico tiene una inyectora, pero estamos buscando proveedores que puedan fabricar el molde rápido, porque es un proceso que se demora normalmente entre 60 y 80 días”, explica Aqueveque.

Otras tareas que están en carpeta son el estudio y fabricación de piezas de maquinaria que pueda echarse a perder en los hospitales y que escaseen en el mercado, además de la fabricación de ventiladores de bajo costo

 

 

Fuente: La Discusión
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