La multinacional 3M -que se define como una empresa de ciencia aplicada- tiene la política de invertir un 6% de las ventas en Investigación y Desarrollo (I+D), a nivel global. Y la meta es que las innovaciones representen entre el 20% y el 30% de las ventas totales. En Chile, la firma ha desplegado una estrategia basada en aplicaciones a partir de productos existentes, adaptándolos en algunos casos.Si bien el foco local ha estado en la industria minera -particularmente por el trabajo realizado en los centros de innovación que 3M posee en Santiago y Antofagasta-, últimamente se están diversificando al mercado de alimentos y bebidas, en los segmentos de viñas y salmón. Hernán Conejeros, gerente de Laboratorio y Tecnología de 3M, expresa que en vino trabajan en dos áreas: clarificación, “que implica eliminar sólidos, una solución que ya está siendo aplicada en clientes; y filtración, donde desarrollamos un sistema que ayuda a filtrar altos volúmenes de vino”. Conejeros añade que tienen proyectos, pero no de productos nuevos. “En las industrias de carne y salmón hay procedimientos de limpieza de acero inoxidable, son desarrollos locales que estamos adaptando de soluciones del extranjero”, revela el ejecutivo. Particularmente para la industria del salmón, crearon un kit de detección rápida de la bacteria listeria monocitógeno. “Pero podemos ir un paso más allá y utilizar los elementos de limpieza para que estos agentes patógenos no surjan en el proceso de limpieza”, explica. Estrategia de innovación Aunque la firma tiene alianzas con distintas universidades y centros de investigación, la política de 3M implica que mantiene el 100% de la propiedad intelectual de las innovaciones. “Está en boga la innovación abierta, pero nosotros no compartimos la propiedad intelectual, sino que ayudamos a que la gente use nuestros materiales para los desarrollos”, concluye Conejeros.