El Ministerio de Salud explica que tanto la normativa como el reglamento estaban completamente operativos cuando asumieron las nuevas autoridades en marzo, por lo que ahora no queda más que cumplir con el cronograma. Pero no descartan cambios al reglamento, en especial a la advertencia que ahora debe incluirse y que está generando un nuevo debate en la industria.
En exactamente un mes más comenzará a regir en Chile la segunda fase de la implementación de la ley de etiquetado de alimentos -la Ley 20.606-, que ya lleva dos años en funcionamiento, pero que ahora en esta nueva etapa, que parte el 27 de junio, incorpora requerimientos aún más estrictos para los alimentos.
Así, las actuales restricciones para los productos envasados sólidos y líquidos -que si superan un límite establecido, deben llevar discos pare negros, con la indicación "alto en" calorías, sodio, grasas saturadas y/o azúcares-, aumentarán considerablemente (ver recuadro).
En este escenario, el arduo debate en torno a varios puntos de la normativa que se dio en los años anteriores entre la industria y la autoridad, podría repetirse. Santiago Valdés, gerente de la División Chile de Empresas Carozzi, asegura que valoran que haya una ley que intente combatir la obesidad en el país y que además haya generado conciencia, pero señala que el reglamento "tiene una serie de errores que fueron advertidos en su oportunidad y que no permiten tomar decisiones informadas". Por ello, asegura que "es necesario mejorar la norma, corregir las inconsistencias que se han generado y avanzar hacia un etiquetado 2.0, que entregue más y mejor información para que los consumidores puedan tomar sus decisiones de alimentación de manera libre e informada", sostiene.
Desde ya, las empresas han iniciado contactos con la nueva autoridad del Ministerio de Salud. Daniela Godoy, jefa de la División de Políticas Públicas Saludables y Promoción (Dipol) de este ministerio, asegura que ha recibido por la Ley del Lobby a las compañías que han solicitado reunión por esta segunda fase -como Carozzi, que figura en la plataforma de la mencionada ley-, y que las preguntas y sugerencias dicen relación con la aplicación de la ley. "Esa información la estamos recopilando y analizando", señala.
Tanto la ley de etiquetado como su reglamento ya estaban plenamente operativos cuando asumieron las nuevas autoridades de gobierno en marzo, por lo que ahora no queda más que cumplir con el cronograma establecido al 27 de junio, dice Daniela Godoy, pero no descarta futuros cambios al reglamento.
"Los estudios de percepción y opinión, en general, son muy positivos, pero tenemos que evaluar los resultados de la ley en los comportamientos de compra de las personas. En esa etapa está esta nueva administración, en comenzar a recopilar todos los estudios que se han realizado y la información sobre cómo se tomaron las decisiones reglamentarias", afirma. Como dato, la jefa de la Dipol agrega que el INTA, apoyado por la Universidad de Carolina del Norte y estudiantes de la Universidad de Berkeley, están haciendo evaluaciones de la normativa a dos, tres y cinco años.
Polémica por la nueva advertencia en los envases
Claro que esta segunda etapa de la ley contempla una nueva exigencia: agregar un aviso de advertencia en los envases de los productos con sellos, con la leyenda "prefiera alimentos con menos sellos de advertencia".
Este punto está desatando nuevamente la resistencia de la industria, que lo considera una distorsión. En rigor, la Ley 20.606 dice que los alimentos deben contener un mensaje saludable -sin precisar cuál-, y ese mensaje lo establece el Ministerio de Salud a través de un decreto supremo, que es justamente el que entra en vigencia el 27 de junio.
Daniela Godoy explica que para elegir este mensaje, el Ministerio de Salud se basó en un estudio cualitativo de la Universidad de Chile, el que concluyó que el que causaba mayor impacto en la población era el que se exhibirá a partir del próximo mes.
Pero actores de la industria aseguran en reserva que con aquel mensaje se confundirá a la población y en algunos casos se promoverá el consumo de algunos alimentos que tienen un alto contenido de nutrientes críticos y que no llevan sellos, por lo que urge que la frase sea reevaluada.
Rodrigo Álvarez, presidente del gremio AB Chile, explica que participaron de la consulta pública realizada por el Ministerio de Salud y compartieron estudios que demostraban que había frases que tenían mucha mejor recepción por parte de los consumidores, ya que eran más claras, movilizaban al consumidor hacia mejores hábitos y entregaban recomendaciones concretas. "Algunos ejemplos que se probaron entre la población fueron 'disfruta todas tus comidas en su justa medida', 'la actividad física ayuda a mantener la salud' o 'la mejor receta: una dieta equilibrada y actividad física', entre otras. Todas estas cumplían de mejor forma el propósito buscado", plantea.
El ministerio está más abierto a posibles modificaciones porque señalan que el mensaje apela a cómo realizar el cambio de hábito y va por un carril distinto al de las porciones, un tema que estos años se ha tomado el debate en torno a los sellos negros y la forma de medir los ingredientes "altos en" para llevarlos.
"Vamos a evaluar la implementación de ese mensaje y puede ser modificado según la evaluación. El 27 de junio se implementará, porque no se puede no cumplir la ley, lo que no indica que ese mensaje prospere para los próximos años", señala Daniela Godoy.
Cambio en la unidad de medida no requiere modificar la ley
En torno al debate sobre la unidad de medida elegida para establecer el límite sobre los cuales correspondía incorporar los sellos de "alto en" -de 100 gramos o 100 ml-, la industria insiste en que esta es una medida irreal, y que lo correcto es basarse en porciones. Una modificación que podría tener viabilidad, al menos en la teoría, pues dicha unidad de medida fue fijada por reglamento y, por tanto, no requeriría un cambio en la ley para llevarla a cabo.
"Nuestras objeciones apuntan a los criterios técnicos sobre los que se elaboró el reglamento que acompaña a la ley, donde se han hecho evidentes ciertas falencias que merman la efectividad de la política pública, tales como solo considerar dos categorías de alimentos (sólidos y líquidos), medir cada 100 gramos, y no por porción, establecer un sello de advertencia en vez de una etiqueta informativa o fijar límites técnicamente inalcanzables", resume Rodrigo Álvarez,
En este punto la Dipol insiste en que si bien están evaluando la implementación de la ley en general, respecto de las unidades de medida es enfática: "Se hicieron estudios y reuniones, y se llegó a la conclusión de que era muy complejo establecer quién determina la porción -entregar esta facultad discrecionalmente a la industria o a las empresas- y cómo se hace. Si se aplican las guías alimentarias, las porciones dependen de la edad, el sexo, el tipo de alimento y los nutrientes de los alimentos", sostiene Daniela Godoy.
Minsal hará evaluaciones de cara a la tercera etapa de la ley
Mientras, hay empresas que están trabajando desde el inicio de la aplicación de la ley y ya tienen todos sus productos adaptados a la nueva normativa. "Todas las marcas de nuestro portafolio de bebidas analcohólicas vienen trabajando en el desarrollo de versiones light, zero y/o reducidas en azúcar. A la fecha, el 100% de nuestras gaseosas, aguas saborizadas y jugos tienen su versión en alguna de las categorías descritas y, por lo tanto, no poseen sello", afirma Eduardo Ffrench-Davis, gerente de Márketing Bebidas Sin Alcohol de CCU.
José Luis Solorzano, gerente general Coca-Cola Andina Chile, asegura que han realizado varias reformulaciones que hoy les permiten tener una gran cantidad de productos sin sellos. "El año 2014, el 56% de nuestro portafolio hubiese estado catalogado por la ley de etiquetado como 'alto en azúcar'. Tras una serie de reformulaciones previas a la implementación de la ley en 2016, solo un 23% de nuestro portafolio tuvo el sello 'alto en'. Desde entonces hemos seguido trabajando en nuevas fórmulas, y frente a la nueva fase de la ley, solo el 7% de nuestros productos quedará con sello 'alto en'", asegura. Entre las inversiones que ha hecho esta empresa por efectos de la ley, el ejecutivo detalla que han invertido en investigación y desarrollo de mejores fórmulas bajas y sin calorías.
Para la tercera etapa de la ley, que se implementará en junio de 2019, el Ministerio de Salud espera tener los primeros resultados de los estudios de las universidades norteamericanas para poder hacer evaluaciones más concretas y revisar los resultados de las dos primeras etapas. "Entre un 40% y 45% de la población encuestada asegura que los sellos influyen en sus decisiones de compra. Pero esos son estudios de opinión, una cosa es lo que la gente dice que hace y otra que se mida el comportamiento propiamente tal: si la persona efectivamente compra ese producto, se lo lleva a la casa y se lo come. No tenemos asignaciones presupuestarias para hacer este tipo de estudios (de comportamientos), pero está dentro de nuestras prioridades para apoyar, en caso de que la academia u otras organizaciones quieran hacer ese tipo de estudios", dice Daniela Godoy.
Supermercado Tottus, del grupo Falabella, explica que sus equipos de marcas propias han estado en constante revisión de las fórmulas de sus productos. "Este trabajo se está haciendo, apuntando a la tercera etapa de la ley, aplicable en junio 2019. En particular para el segundo tramo, desde octubre de 2017 hemos realizado cambios de fórmulas en aquellos productos en que es factible, o bien se han realizado las modificaciones necesarias en los envases", aseguran.
EN LA SEGUNDA FASE, los productos llevarán un sello "alto en" cuando al ser sólidos en 100 gramos tengan más de 300 kcal.