Envoltorios de alimentos, botellas de bebidas y vinos, latas, tarros y frascos de champú, entre otros, forman parte del enorme universo de envases y embalajes presentes en la vida diaria.
Son también el objeto de la discusión de una norma al alero de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), aprobada en 2016, que obliga a las empresas a recuperar y reciclar productos prioritarios (neumáticos, envases y embalajes, aceites lubricantes, aparatos electrónicos, pilas y baterías) que ponen en el mercado.
Y como ya se configuraron las metas para los neumáticos -que avanzan hasta un reciclaje del 90% en 2028- cuyo decreto acaba de concluir la fase de participación ciudadana, ahora es el turno de envases y embalajes.
Estos productos, según datos del Ministerio de Medio Ambiente (MMA), presentan un nivel de reciclaje de apenas 4% entre los residuos que los municipios retiran de los hogares.
Fijan criterios
En el trabajo de elaborar el anteproyecto del nuevo decreto, que debe estar listo en marzo de 2019, el MMA adoptó la decisión de aplicar la normativa de metas de reciclaje a los envases y embalajes de productos que colocan en el mercado 10 mil empresas grandes y medianas. Según explica el Jefe de Economía Circular de MMA, Guillermo González, las grandes compañías representan el 90% de todas las ventas y al agregar las medianas se llega al 95%.
Otro criterio fue comenzar con todos los materiales al mismo tiempo, en la idea de establecer metas para cada uno de ellos. Así, las empresas estarán obligadas a recuperar y valorizar, con metas crecientes, los envases y embalajes de plástico, vidrio, papeles y cartones y tetrapack o cartón para bebidas.
Este martes sesionará por segunda vez el comité operativo ampliado, que debate el tema, liderado por MMA e integrado por representantes de varios ministerios (Hacienda, Economía, Salud, Agricultura), la Fiscalía Nacional Económica y varios actores del sector privado, municipios y del reciclaje.
Sobre la disponibilidad de envases y embalajes se trabaja con datos de 2010 (ver infografía) en espera de que se actualice el estudio para el próximo año.
Rodrigo Álvarez, presidente de AB Chile Alimentos y Bebidas, destaca que están colaborando con el MMA en el desafío complejo de imponer metas y diseñar una transición para los distintos envases y embalajes.
En ese sentido, señala que AB Chile comenzó a "definir un gran sistema de gestión de envases y embalajes, en que hemos invitado a participar a todas las empresas, no solo de alimentos, sino también de cosméticos y vinos".
A juicio de Álvarez, esta ley es un cambio para las personas y para los municipios, lo cual requiere de "campañas educativas muy potentes para preparar la cultura de la separación (de envases) y el reciclaje".
En la Asociación de Industrias del Reciclaje (ANIR), su gerente general Alejandro Navech, admite que existe preocupación respecto de cómo se van a recuperar los productos. "El 30% de los envases y embalajes que salen de los hogares se pierden, porque hoy existe un modelo de negocios de recolección de basura (en los municipios) que deberá cambiar a otro modelo, de recolección de recursos, de materias primas".
"Sin separación en el origen esto tampoco funciona", remarca Navech. Se requiere educar, dice, pero además también de etiquetas que indiquen a las personas qué tipo de material están comprando, si es reciclable o no, para que lo puedan segregar tal como lo requieren quienes lo van a retirar.