A menos de un año de que entren en vigencia las metas de recolección y valorización de envases y embalajes de la Ley REP, la gerente general del Centro de Envases y Embalajes de Chile, Mariana Soto, analiza el panorama social y cultural del país respecto al reciclaje.

La entrada en vigencia de las metas de recolección y valorización de envases y embalajes -segundo producto prioritario de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP)- está fijada para septiembre de 2023. Su impacto no sería únicamente para la industria del packaging, aclara en primer lugar Mariana Soto, gerenta general del Centro de Envases y Embalajes de Chile (CENEM).

En segundo lugar, dice que es importante tener en cuenta que en el caso de los residuos de packaging domiciliarios, las empresas reguladas serán aquellas que comercializan un producto envasado, y no el fabricante de los envases y embalajes.

“Esto es así porque quien toma la decisión de que quiere vender su producto y qué necesidades tiene que cubrir ese envase y embalaje es es el dueño del producto a envasar, transportar y almacenar”, dice, y añade que en los residuos de envases y embalajes domiciliarios, los sistemas de gestión son “el alma de la cadena logística de reciclaje y quienes están traccionando para que se logre avanzar y llegar a las metas de cumplimiento”.

Para que las metas se cumplan, Soto dice que es fundamental generar mayor conciencia respecto al reciclaje, y la educación ambiental jugaría un rol decisivo, por ejemplo, para impulsar la separación de los residuos en cada hogar. A sus ojos, esta es la tarea de mayor impacto para que la ley tenga éxito: “Si no hay separación en origen, no hay ley REP”, afirma.

Desde el punto de vista de los residuos de envases y embalajes, el mayor desafío que observa Soto es lograr que los materiales sean reciclables en su mayoría. “Sin bien en ciertos materiales esto ya es así, en otros aún no es 100% posible”, advierte.

Para revertirlo, destaca que la industria investiga en torno a las nuevas tecnologías, nuevos materiales y mejoras de los procesos, “algo que es muy fundamental para que aquello que se recolecta tenga un destino final virtuoso y se logre cerrar el círculo”.

La ejecutiva también subraya el trabajo de larga data para optimizar la cantidad de material y su contenido. “Este avance sí está siendo muy visible en Chile y a nivel mundial. No todo está resuelto todavía y existen otros mecanismos que están teniendo éxito en el mundo, como la valorización energética y el reciclaje químico”, plantea, y añade que la Ley REP impulsa el reciclaje mecánico y la reformabilidad o reutilización, aunque la huella de carbono con la logística inversa y el consumo de agua en los procesos de lavado también sería un punto a evaluar.

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