La prohibición de la venta de frutas y verduras envasadas en plástico en España es una de las medidas que más trascendencia ha tenido sobre el proyecto de Real Decreto de envases y residuos de envases que el Ministerio para la Transición Ecológica abrió a información pública el 28 de septiembre y que duró hasta el 28 de octubre.
Desde ANAIP (Asociación Española de Industriales Plásticos) se está a favor de fomentar la reducción, la reutilización y el reciclaje de todos los envases, pero se considera que algunas medidas que se han planteado en el Real Decreto, y que están enfocadas en un solo material, solo van a provocar la sustitución de los envases de plástico por envases de otros materiales, aumentando el sobreenvasado o, en muchos casos, utilizando multimateriales, más difíciles de gestionar al final de su vida y menos sostenibles.
Esta sustitución puede acarrear consecuencias negativas como el aumento del desperdicio alimentario y problemas en cuanto a la seguridad de los consumidores. Los plásticos cumplen con las legislaciones y normativas más exigentes tanto nacionales como internacionales, en contraposición con otros materiales que carecen de estos controles. De hecho, la tendencia a sustituir su uso en los envases ya se ha traducido en un aumento de las alertas alimentarias en la Unión Europea del 17%, tal como se recoge en el sistema de alertas de la UE, RASFF.
Además, los envases plásticos protegen los alimentos y alargan su vida. Tal como indica la FAO, la cantidad de comida que se desperdician entre su producción y la puesta en el mercado es solo un 3% en Europa frente a países en desarrollo, donde esta cifra puede alcanzar el 40%. Esto se debe, precisamente, al uso de soluciones de envasado adecuadas. Desde el sector se entiende que no todos los alimentos necesitan estar envasados, pero también recuerda que otra de las funciones del packaging es dar información sobre el producto y trasparencia para poder verlo, así como mantener su trazabilidad y su control, lo que, en suma, supone seguridad para los consumidores.
El borrador de Real Decreto que hemos conocido incluye el no uso de envases de plástico para frutas y verduras en negocios minoristas en lotes de menos de 1,5 kg. Es una restricción parecida a la que contempla la ley que está preparando el gobierno francés contra el desperdicio y cabe destacar que el ejecutivo español, a través del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, presentó alegaciones en contra en el marco del procedimiento TRIS.
Y es que España no solo es el principal productor de frutas y hortalizas de la Unión Europea, también el primer exportador de los 27 y el tercero a escala mundial, por detrás de China y de Estados Unidos. Poder envasar adecuadamente los productos agrícolas es fundamental para que duren más tiempo y resistan los traslados en condiciones óptimas.
Aunque el Real Decreto prevé incluir exenciones para frutas y verduras que, por sus características, necesitan ser envasadas en plástico –y que serán determinadas por la AESAN, la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición–, desde el sector se teme que el uso de envases menos propicios no solo suponga mayor cantidad de residuos, sino que aumente el desperdicio de estos alimentos y coloque a nuestra industria en una posición de desventaja. Al final, según ANAIP, los envases plásticos han demostrado ser los más seguros y los más eficientes: la cantidad de material necesaria para envasar un mismo producto es cuatro veces menor si el packaging es de plástico. Además, su ligereza permite reducir hasta en un 50% la cantidad de viajes necesarios para transportarlos, con la consiguiente disminución de consumo de combustible y de emisiones de CO2.
Mejoras en la gestión del final de vida
Con todas las ventajas que ofrecen los envases plásticos ¿por qué renunciar a ellos? Desde el sector se cree que lo mejor es trabajar para seguir avanzando en la gestión de los residuos y su reciclaje. Así también será más fácil cumplir con la obligación de incorporar más plástico reciclado en los envases.
En España, actualmente se recicla el 43% de los residuos plásticos, mientras que el 21% se destina a la valorización energética y el resto acaba en vertederos. Los datos de reciclado de plásticos crecen año tras año y en 2019 se reciclaron más de 1.137.000 toneladas. Mientras tanto, la tendencia a depositar residuos en vertedero disminuye y según los datos de Cicloplast y ANARPLA en 2019, continúa esta tendencia y por tercer año consecutivo en España el índice de reciclado de plásticos supera al de depósito en vertedero. España es líder en reciclado de plásticos, es el primer país de Europa en capacidad de reciclado per cápita en todos los polímeros y es el segundo país que más envases plásticos recicla del continente.
No obstante, desde el sector se es consciente de la necesidad de seguir trabajando para conseguir el objetivo de que ningún plástico acabe en vertederos y todo se utilice, como el recurso que es, para generar material reciclado. Para ello es necesario el apoyo de las Administraciones: son necesarias ayudas e inversiones para mejorar las tecnologías de reciclado tanto mecánico, como físico, químico y biológico.
Hoy día se está avanzando mucho en nuevas tecnologías como el reciclado químico, que complementa al reciclado mecánico y consiste básicamente en descomponer los residuos plásticos en sus materias primas originales con las que fabricar nuevos plásticos. Los avances del sector van por delante de la legislación, por lo que una de nuestras peticiones es que la materia prima procedente del reciclado químico se contabilice como material reciclado.
Además de incluir este material como reciclado, a ANAIP le parece fundamental seguir el principio de jerarquía de la gestión de residuos para que prime siempre la valorización energética frente al depósito en vertedero.
Con el trabajo en común entre las empresas del sector y las Administraciones, la entidad está segura de que se podrán cumplir los objetivos de la UE de uso de material reciclado y se avanzará en la circularidad y la sostenibilidad de la industria.