El 3 de julio marcó el inicio de una nueva era para los envases de bebidas en la Unión Europea. La legislación sobre tapas adheridas, que forma parte de la Directiva sobre plásticos de un solo uso (SUPD) y fue propuesta en 2018, ya está en vigor. Esta normativa obliga a que los envases de bebidas de 3 litros o menos mantengan sus tapas unidas durante el uso y almacenamiento previstos del producto.
Esta regulación, que inicialmente fue objeto de una fuerte oposición por parte de grandes multinacionales como Coca-Cola, Danone, Nestlé y PepsiCo, finalmente ha sido implementada con éxito. Las empresas argumentaron en su momento que el cambio requeriría enormes inversiones en nuevos diseños, moldes y maquinaria. Sin embargo, compañías como Coca-Cola lograron introducir las tapas con cordón mucho antes del plazo establecido, demostrando la viabilidad del ajuste.
No obstante, la respuesta de los consumidores ha sido mixta. A lo largo del año, con la introducción paulatina de estos nuevos tapones, muchos consumidores se han volcado a las redes sociales para expresar su descontento con el diseño. La queja más recurrente es que las tapas golpean la cara al beber, lo que ha dado lugar a una serie de memes y parodias en plataformas como TikTok e Instagram. En algunos casos, los consumidores han arrancado las tapas en videos virales, provocando derrames accidentales.
Fuente: www.plastico.com