ABRIL 2017
Asociación Packaging World: Los envases sostenibles y sus opciones

Un informe de la Asociación Packaging World, explica que, para comprender plenamente la sostenibilidad de los envases es ideal contar con el consejo de un experto profesional, dado que no todas las empresas están en condiciones de evaluar por sí solas sus necesidades.

Mientras que muchas grandes marcas tienen departamentos dedicados a ello, las compañías más pequeñas no pueden hacerlo y finalmente los proveedores de envases de alimentos terminan por asesorar a sus clientes en el tema de la sostenibilidad. Y es que existen muchas opciones a la hora de elegir los tipos de envases y si no se tiene la información adecuada, la inversión en éstos últimos se convierte en un gasto, que aumentará los costos y no ayudará a complacer a aquellos clientes, que exigen responsabilidad medioambiental.

Categorización

La primera pregunta es: ¿biodegradable, compostable o reciclable?, porque si bien cada uno tiene sus propios méritos ambientales, es importante comprender el alcance completo de los materiales sostenibles, que los proveedores de envases sostenibles de alimentos pueden ofrecer. Los productos compostables, son aquellos que se degradan completamente en un plazo de 90 días, en cambio entre los envases biodegradables y los desechables, la diferencia estriba en la capacidad de sus materiales para descomponerse y regresar a la naturaleza.

En última instancia, el empaquetado necesita adaptarse al propósito del producto que contendrá. De hecho, hay determinados materiales que por su resistencia a la manipulación o al calor, tienen un determinado mercado, pero es fundamental informar al consumidor la manera en la que éste debe desechado, porque hay veces en los que un mismo embalaje debe separarse en partes (por ejemplo: cartón y plástico) al reciclar.

Visibilidad

Según el informe, más de un tercio de los clientes miden la frescura de un producto, en principio por su apariencia, así que el envasado sostenible de los alimentos tiene que ofrecer una excelente visibilidad y esto es sumamente significativo, cuanto más perecedero sea el producto que contiene. Una base de cartón y tapa de plástico era la combinación ideal para dar a los clientes la visibilidad que anhelaban, pero el plástico no es amigable con el Medio Ambiente, por lo que si se quiere tener un envase sostenible hay que descartarlo, aunque podría ser una solución el PETr (producto del reciclado de los envases PET).

Tanto los fabricantes de alimentos como los consumidores finales, deben asegurarse que la sostenibilidad de los envases es creíble y está fehacientemente demostrada. No solo se debe observar el frontal del paquete, sino que un sello que certifique esta condición sería lo ideal. De hecho, cuando un fabricante decide decantarse por invertir en embalajes sostenibles que realcen sus productos, su proveedor debe ser capaz de ilustrar el ciclo de vida completo del producto que le vende, desde el abastecimiento de materias primas, pasando por el ensamblaje y la distribución, hasta el reciclaje y la eliminación de los residuos.

Fuente: Corresponsales
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